¿Qué causa el bruxismo en los niños?

El bruxismo, conocido comúnmente como el hábito de apretar o rechinar los dientes, es un problema que tiene una prevalencia de entre el 22-31% en la población infantil.

Aunque puede parecer inofensivo a primera vista, este trastorno es causa frecuente de consulta, porque los padres refieren que el niño rechina los dientes día y noche y están preocupados de que se le puedan romper.

El bruxismo es un síntoma de que algo no funciona adecuadamente por lo que hay que entender que está pasando, ya que tiene consecuencias graves para la salud.

¿Qué es el Bruxismo infantil?

El apretamiento o rechinamiento de los dientes, se puede presentar tanto durante el día (bruxismo diurno o de vigilia) como durante la noche (bruxismo nocturno),

El Bruxismo de vigilia consiste en una actividad muscular masticatoria que resulta en contacto dental durante el día, es una actividad, no un trastorno. Es un mecanismo de respuesta ante una situación de tensión, para bajar los niveles de ansiedad.

El bruxismo nocturno se define como una actividad de los músculos masticatorios durante el sueño, cursa con movimientos rítmicos o no rítmicos, en individuos sanos sin que exista un desorden del movimiento corporal.

Causas del Bruxismo diurno en Niños

El bruxismo diurno es un síntoma de desequilibrio, genera una actividad muscular que se relaciona con:

  1. Estrés y Ansiedad: Los niños pueden experimentar estrés en situaciones como problemas escolares, cambios en el entorno familiar o incluso por actividades extracurriculares.  El estrés inicialmente es positivo, libera catecolaminas (dopamina y adrenalina) por lo que apretar dientes genera focalizar la atención, motivación y perseverancia. Pero si el estrés se vuelve crónico, la exposición a glucocorticoides y catecolaminas genera inflamación y daño.

  2. Neuronas espejo: Hasta los 6 años el cerebro infantil funciona con el tálamo (impulsos vegetativos) y con el cerebro límbico (emociones o neuronas espejo). Aún no puede hacer un razonamiento para determinar el peligro, por lo que puede entrar desde el estrés positivo a estrés agudo con facilidad, ralentizando la función digestiva dando síntomas gastrointestinales y presión sanguínea elevada. El bruxismo de vigilia te ayuda a afrontar esas situaciones y se puede aprender por neuronas espejo, (si el padre aprieta dientes al enfadarse lo imita o si te muerdes labios o las uñas)

     

  3. La adolescencia. En la adolescencia la glándula adrenal triplica su tamaño entre los 10 años y la edad adulta, por lo que el cerebro límbico se vuelve híper reactivo para poder favorecer la maduración sexual y pertenecer al grupo. La corteza prefrontal empieza a tener unos circuitos de maduración más lentos. Las decisiones se vuelven más lentas o menos asertivas y se requiere más dopamina para focalizar la atención, la motivación y la perseverancia. Los adolescentes son más susceptibles a sufrir bruxismo de vigilia NO crónico.

  4. El bruxismo de vigilia está asociado a genes relacionados con dopamina y con serotonina que influyen en el estado de ánimo de los niños (sentirse triste y agobiado que es el estado emocional asociado al bruxismo de vigilia). Las maloclusiones dentales tienen menor transcendencia que los factores centrales de neurotransmisores, aunque generan consecuencia en dientes, músculos y la articulación temporomandibular que requieren de tratamientos realizados en la clínica dental.

Causas del Bruxismo nocturno en Niños

El bruxismo nocturno es una actividad muscular que se relaciona con:

  1. Obstrucciones de la vías aéreas altas. En los niños son más frecuentes las obstrucciones nasales. Estas generan una disfunción respiratoria aumentando en un 4-9% la probabilidad de bruxar.  De noche, las obstrucciones de la vía aérea alta o nasofaringe, son uno de los factores esenciales del bruxismo de sueño. La reducción de oxígeno influye en el comportamiento de los neurotransmisores durante la noche, que son los que modulan la respuesta muscular generando movimientos que facilitan la respiración.

  2. Postura del cuello adelantada: Cuando hay una respiración disfuncional o bucal se adelanta el cuello para poder abrir la vía aérea y conseguir respirar. Esta posición adelanta genera cambios en la función lingual y provoca bruxismo y dolores en la ATM.

  3. Reflujo: Se sabe que en esta situación se genera una acidez digestiva, que destroza los dientes. Tragar saliva provoca un efecto de liberación de saliva protectora que sube el ph para proteger dientes y al tragar calma el reflujo por eso se aprietan dientes. Durante la noche solo se produce un 10% de saliva, la xerostomía nocturna favorece la erosión dental y además aumenta el riesgo de reflujo al tener menos saliva.

     

  4. Maloclusiones Dentales: Un niño que está creciendo con un mal desarrollo de los huesos de la cara, se reflejará en unos dientes apiñados. Estos dientes apiñados acompañados de una boca pequeña, reduce el espacio de la lengua, perdiendo tono lingual, por lo que se cae abajo y atrás ocupando el espacio de la vía aérea inferior, en especial al dormir. Esto produce un colapso respiratorio de la orofaringe y la hipofaringe.

  5. Condiciones Médicas y Neurológicas: Algunas condiciones como el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), epilepsia o ciertos desórdenes del sueño pueden estar asociadas con un mayor riesgo de bruxismo, porque estos niños están en un estrés crónico.

  6. Neurotransmisores. La Dopamina está involucrada en la motivación, perseverancia, función ejecutiva y recompensa.  La serotonina está involucrada en procesos de equilibrio, paciencia y ciclos vigilia y sueño. El bruxismo puede ser un síntoma de desequilibrio en estos neurotransmisores.  El uso de pantallas en exceso y el consumo elevado de azúcar, provoca niveles de dopamina que dan un resultado de bienestar adictivo, por lo que cada vez se necesitan mayor estimulación alterando el equilibrio de estos neurotransmisores. La consecuencia es que hay modificación en los ritmos circadianos, el descanso, la atención, perseverancia, paciencia, sueño y por tanto la salud general.

Como padres y educadores, una vez que conocemos las causas del bruxismo en niños, es esencial dar un diagnóstico inmediato con un especialista. A veces el niño tiene muchos de los síntomas anteriores y no tenemos información en la que apoyarnos
para saber qué le sucede.

La neurociencia está avanzando a pasos agigantados para darnos luz acerca de comportamientos en nuestros niños que afectan a su salud, y más en la actualidad con el uso de las pantallas y el consumo de azúcar.

Visita a un dentista especializado en bruxismo infantil para que pueda evaluar y darte una solución a un problema que afecta a la salud general del niño.

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