Tener un paladar estrecho y cómo influye en el habla

El lenguaje es la forma de comunicación con los demás.

Ya desde que es un bebé, el niño puede comunicarse antes de decir palabras.

El habla es la expresión verbal de la comunicación. Los niños aprenden a comunicarse desde los primeros días y, de forma progresiva, van desarrollando el habla.

Los primeros 3 años de vida, cuando el cerebro está en proceso de desarrollo y maduración, es el período más intensivo en la adquisición de las habilidades del habla y el lenguaje. Estas habilidades se desarrollan mejor cuando el niño está expuesto frecuentemente a un mundo lleno de imágenes, sonidos y al lenguaje de los demás.

Sin embargo, hay niños que tienen problemas del habla que no son más que dificultades en la pronunciación de ciertos sonidos, palabras o frases y que pueden afectar la comunicación del niño con su entorno. Esto puede incluir la omisión, sustitución o distorsión de algunos sonidos.

¿Qué relación tienen los dientes con los problemas de habla en niños?

En algunos casos los problemas del habla pueden deberse a alteraciones en labios, dientes o paladar y ello ocasiona que no pronuncien correctamente ciertos fonemas.

¿Notas que tu hijo o hija tiene alguna dificultad para pronunciar ciertas palabras?

Cuando los labios, los dientes o el paladar están alterados, el niño no pronunciará de forma adecuada un fonema o ciertos fonemas, ya que cada fonema tiene una formación determinada para pronunciarse.

Esto puede ser debido a una incorrecta colocación de la lengua, posición de los labios, por la posición o la forma de crecimiento de la mandíbula o por alguna obstrucción nasal, porque todas ellas son estructuras que intervienen en el habla.

A este problema se le denomina dislalia y se produce en niños mayores de 4 años, sin que haya trastornos en el sistema nervioso.

Los malos hábitos pueden provocar problemas de habla en niños

Los primeros dientes de leche comienzan a aparecer a los 6 meses, aproximadamente, y no es hasta los 5 o 6 años cuando se caen para dejar paso a los dientes permanentes.

En el momento del nacimiento la cara es mucho más pequeña que el cráneo, para poder salir por el canal del parto. La función de los dientes de leche es masticar para ayudar a desarrollar los maxilares, unos huesos que tienen que crecer mucho para poder cumplir las funciones de habla, masticación, deglución y respiración.

Tanto deben crecer que necesitamos dos denticiones para adaptarnos a este enorme cambio. Los dientes de leche deben crear y mantener un espacio en la mandíbula para que, posteriormente, los dientes definitivos puedan erupcionar y no queden desalineados los dientes permanentes.

Por lo tanto, la pérdida prematura de un diente de leche puede colapsar la erupción de los dientes definitivos. Asimismo, los primeros dientes son fundamentales cuando los niños aprenden a hablar para tener una dicción adecuada, además de una correcta coordinación de la lengua y de los labios.

Los dientes intervienen en la pronunciación de algunos sonidos, especialmente aquellos que involucran los labios o la lengua. Si un niño tiene una dentición irregular o una mordida incorrecta, esto puede afectar su capacidad para articular ciertos sonidos con claridad.

Por ejemplo, si un niño tiene una mordida abierta (espacio entre los dientes superiores e inferiores), puede tener dificultades para pronunciar correctamente los sonidos «s», «z» y «t». Si un niño tiene una mordida cruzada, es decir, cuando el paladar es estrecho y los dientes superiores no encajan correctamente con los inferiores, esto puede afectar la pronunciación de los sonidos «s», «z», «sh» y «ch».

Por otro lado, si un niño tiene pierde de forma temprana dientes o presenta una sobremordida (cuando los dientes superiores cubren demasiado los inferiores), puede tener dificultades para pronunciar correctamente los sonidos «f» y «v».

Los hábitos poco saludables….

El uso prolongado del biberón es un mal hábito que puede causar problemas de habla en niños, y malformaciones dentales.

La lactancia artificial cambia la posición natural de la lengua y predispone a una respiración bucal. Respirar por la boca es posible al bajar la lengua, perdiendo así la capacidad natural de desarrollo del maxilar con nuestro mejor aparato de ortodoncia, que es una lengua bien colocada y con una buena dicción.

Además, si el pequeño se chupa el dedo o utiliza el chupete más allá de los 16 meses, es necesario consultar con el odontopediatra para evitar que los dientes se desvíen hacia posiciones inadecuadas. La presión de los labios al succionar el dedo o chupete sin que la lengua esté bien colocada, genera unas fuerzas que distorsionarán el desarrollo de la cara.

Los dientes mal colocados y los problemas del habla

En algunas ocasiones, los dientes no crecen adecuadamente, y acaban suponiendo un problema para el habla porque impiden posicionar los labios y la lengua o dejan que el aire escape de la boca.

Un problema íntimamente relacionado con el mal posicionamiento de los dientes son las maloclusiones, es decir, aquellos casos en que los dientes superiores e inferiores no encajan correctamente, factor que puede darse por la mala colocación de las piezas dentales o por un crecimiento excesivo o anormal del maxilar o la mandíbula. Pero siempre está en relación con la correcta posición de la lengua y una buena respiración nasal.

Las mordidas o maloclusiones pueden ser de distintos tipos, y algunas afectan más al habla que otras.

La solución: ortodoncia infantil saludable y tratamiento con logopeda

La ortodoncia infantil saludable guía el crecimiento del niño. Las ortodoncias tradicionales tienen inicio y fin en un momento determinado que eligen padres, niños y ortodoncistas. Pero el niño luego sigue creciendo y puede volver a cambiar sus hábitos y su mordida. Por eso, con el método de ortodoncia infantil saludable que proponemos desde Clínica Pedroche, conseguimos que el niño tenga una boca estable de por vida porque guiamos su crecimiento.

Sólo necesitamos incorporar revisiones y vigilar el crecimiento del niño.

El apoyo del logopeda en esta etapa es imprescindible. El ortodoncista proporciona la carrocería, un paladar amplio, un desarrollo músculo-esquelético adecuado; y el logopeda engrasa el motor entrenando una mejor función lo que lleva la pronunciación y el lenguaje a lo más alto……

Una ortodoncia infantil saludable es ideal si el paciente tiene problemas de lenguaje. Al ensanchar el paladar, la lengua tiene más espacio y los músculos que estaban debilitados y comprimidos, empiezan a reorganizarse creando además una armonía facial en el paciente.

¿A qué edad es recomendable empezar una ortodoncia infantil?

Es muy importante empezar a edades tempranas, es clave para garantizar una buena salud a nuestros hijos. Entre los 5 y 7 años es la edad ideal para poder modificar estructuras óseas que todavía tienen que desarrollarse y pueden hacerlo de manera incorrecta.

Podemos concluir que si bien es cierto y tal como lo hemos expuesto los dientes pueden tener una influencia en los problemas de habla en niños, sin embargo, no todos los problemas de habla están relacionados con estas piezas, por lo que es importante buscar asesoramiento profesional en caso de cualquier dificultad en la comunicación de tu hijo.

Si tienes alguna duda sobre los problemas de habla en niños y su relación con los dientes o quieres más información acerca de la ortodoncia saludable. ¡Contáctanos!

Te sorprenderán todos los beneficios que tiene la Ortodoncia Infantil Saludable tiene para ofrecerte.

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